jueves, 6 de octubre de 2011

La vida es como la tipografía

Efectivamente, si analizamos un poco las reglas tipográficas y el quehacer editorial nos daremos cuenta que la vida se vive de forma muy similar. Ejemplo:

Se entiende mejor en altas y bajas (puras bajas chocan, cansan y confunden, puras altas son engañosas se distinguen pero al final cansan), no es agradable dejar viudas ni huérfanas, hay que evitar los ríos y callejones, los rosarios no son agradables;en lo emocional es deseable para el autor tener un buen guía y consejero es decir, un editor, los correctores de estilo son imprescindibles, muchas veces ven lo que tu no has podido ver.

Si pensamos en cuestiones amorosas los tipos clásicos con un buen contraste nunca fallan aunque son aburridos, los tipos arriesgados, demasiado modernos o adornados generalmente no funcionan, sólo en ocasiones especiales y por un rato. Los tipos diseñados a la medida y para un proyecto especifico siempre serán lo mejor, pero eso es lo que más escasea.

Si piensas estar largo rato en un sitio no están demás unos remates, digo para evitar la fatiga, pero si eres joven, ágil y de buena estructura, podrías pasar de ellos y ser sin problemas una sans serif...¡ah! y ni que decir de unos buenos espacios en blanco y descansos visuales que te dejen recobrar fuerzas despues de un rato de ardua concentración y esfuerzo.

Si lo que quieres es llevar una vida ordenada, lo menos complicada posible y sin contratiempos lo mejor es tener buenas bases, un plan , es decir una retícula, claro las reglas estan para romperlas... no es lo  mismo parecer una Matiz o una i-D que el volante mal hecho del vecino de las tortas...

Y así podría seguir y seguir...

Definitivaente la vida podría comprenderse consultando un buen manual de tipografía y diseño editorial, yo podría recomendar (por ahora):

Tipos de fuentes. De vuelta a las normas tipográficas, David Jury.


Manual de diseño editorial, Jorge de Buen.






Esa edición de Jorge de Buen no la he podido revisar :s